viernes, 24 de febrero de 2012

La noche en que Joe Bonamassa reinó en Madrid

 Víctor Sánchez - 23 de febrero de 2012
- Hora: 21.00 -Precio: 35-65 euros -Lugar: Palacio Municipal de Congresos (Madrid) -Promotor: Mercury Wheels
Público:  Casi completo


foto promocional de su gira
  Siempre, cuando se ofrece una opinión o se escribe acerca de lo buen guitarrista que uno es, se tiende a compararlo y ha medirlo en base a: con cuantas leyendas de la guitarra haya tocado, es mejor o peor guitarrista. Joe Bonamassa es, sin duda, buen guitarrista y leyenda de la guitarra. Es bueno porque desde sus años más mozos ha compartido escenario con leyendas como BB. King,  y  leyenda porque ahora se ha convertido en un ídolo de cuantos saben arpegiar con cariño notas sobre el mástil. Bonamassa es fuerza, desgarro y emoción a partes iguales, y así lo demostró en su conciertazo del Palacio Municipal de Congresos de Madrid.

 Aunque el entorno no era el habitual en los conciertos de la capital, el tinglado montado sobre las tablas ya daba muestra de lo que el guitarrista norteamericano tenía pensado presentar al público madrileño. No sólo venía a deleitarnos con la música en directo de su último trabajo, 'Dust Bowl' /J&R Adventures, 2011/, sino que buscaba un pedazo del recuerdo más sentido de los miles de fans que asistieron al recinto. 

 Y es que es inevitable sentir apego y buenas vibraciones hacia un artista que, junto a sus músicos, se involucra y ofrece todo su potencial de la forma en que lo hicieron y con cuanta humildad. A las 21.00 horas ya entradas, Bonamassa y cía aparecieron sobre el escenario para brindar al respetable más de dos horas de blues, rock y un majestuoso derroche de virtuosismo.

 Un sonido diez que, gracias al cariño y la educación que el aforo mostró, hicieron subir a lo más alto los riffs desgarrados de las seis cuerdas de Joe y la maravillosa compañía del bajo, teclado y la suntuosa batería.

 Escudado por tres grandes pantallas Marshall con su nombre bordado, Bonamassa no quiso dejar para el final lo que podía ir mejorando desde el principio y así lo hizo. Los temas sonaron siempre acompañados de la improvisación obligada de su estilo y el prodigio de sus dedos. Qué maravilla...

 A mitad de concierto el público no pudo resistir desencajar sus posaderas de los cómodos asientos para ovacionar -como bien se mereció- a Joe. Este tío sabe lo que hace y sobretodo, siente lo que esgrimen sus melodías y hace que el resto disfrutemos de su sensibilidad musical. Cómo resbalaba sus impolutos zapatos blancos sobre la madera mientras demostraba porqué es el prodigio del blues guitarrero era la evidencia de que para ser algo, hay que sentirlo.

 Para muchos pilló por sorpresa que Bonamassa hiciese uso del eterófono o Themerín, un extraño /y antiguo/ instrumento que reacciona como un sólo de guitarra con extra de trémolo cuando deslizas las manos sobre él. Y es que el de New Hartford no es únicamente bueno en eso de los instrumentos, el artista sigue demostrando que tiene voz para rato, tanto en cuestiones técnicas como en lo más importante: demostrando que el espíritu blues sale a bocanadas en cada uno de sus versos.

 Hubo tiempo para las risas e incluso una entretenida 'batalla' entre Tal Bergman /batería/ y Bonamassa, pero sin duda alguna, el protagonista de la noche fue el blues. Temas como 'The Ballad of John Henry', 'Mountain Time', 'Sloe Gin', 'Steal Your Heart Away', el cover de Leonar Cohen, 'Bird on a Wire', o el increíble y magistral solo que se marcó con la acústica 'Woke Up Dreaming', coronaron la noche de Bonamassa en Madrid, porque fue su noche.

13 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con todo lo que dices, sólo tengo que añadir que el sitio, el Palacio de Congresos de Madrid, es un sitio un poco "frio" para un concierto, eso sí, la acústica era bastante buena.
    Txusco

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  2. Pedazo de banda y sonidazo.Joe eres grande!!!

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  3. ES LA TERCERA VEZ QUE LE VEO Y NO ME CANSARE NUNCA, BESTIAL JOE¡¡¡

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  4. Todavía se me cae una lagrimilla y se me ponen los pelos de punta con el inicio de "Sloe Gin"!! fue alucinante, grande Joe!

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  5. Muy grande. No solo es un Bluesman, es un artista que trasciende del género y desde luego no es un purista del género. Su apertura a otros temas más rockeros, su afición al blues blanco de los años 60 y 70, su acercamiento incluso a géneros poco reconocidos por los culturetas del blues como el hard rock o el heavy metal (el concierto estuvo precedido por una canción de Iron Maiden y salimos del concierto con ZZ Top), sus versiones portentosas de artistas de todo tipo, algunos no muy comunes dentro del blues como Leonard Cohen, The Who o ZZ Top le convierten en algo más. Solo habiendo mamado mucha música y controlando mucho el instrumento y el escenario se puede mezclar tantas cosas y ser original

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  6. Bonamassa demostró que la música no es solo canciones para tararear y radiofórmulas. Que las canciones de más de 5 minutos no son aburridas. Que los solos instrumentales no están pasados de moda. Y que un artista debe conocer su instrumento, a su banda y a su público. Es uno de los grandes y durará mucho

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  7. Impresionante concierto el vivido ayer. Completamente de acuerdo con el comentario anterior (soy un heavy de toda la vida)

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  8. El auditorio resultó ser un poco frío y retumbón. Es la primera vez que le veo en directo y fui al concierto movido por una recomendación de alguien que le vio en Cazorla.

    El concierto me pareció bueno, la verdad es que Joe Bonamassa es un virtuoso que además consigue transmitir, el resto de la banda impecable. Lo que pasa es que no escuché nada que me sorprendiera, su música me parece muy previsible. Cómo intérprete rozaría el 10, pero sus temas son más de lo mismo de lo se lleva haciendo por muchos en los últimos veinte años. No canta mal, pero su voz tiene ese tufillo de los grupos heavy y para mi no hay nada mas hortera y sin sentido que una balada heavy y de eso hubo algo. Salvando las distancias, me pasó algo parecido con Steve Vai que sólo me gusta cuando toca "Zappa".

    Cuando Joe no canta, se aleja del power rock y se acerca al blues puede llegar a ser sublime, aunque no me compraría ningún disco suyo, aporta muy poco. Pero, ¡0jo! del concierto salí satisfecho y viví momentos realmente buenos. El grupo funcionó como un reloj, son músicos más que consolidados por currículo y por pedigrí.

    Si me regalaran la entrada sin duda le volvería a ver y hasta la compraría si me garantizan que se va tocar R&B.

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    Respuestas
    1. Y encima le pones pegas!!!Toca tú, a ver cómo lo haces!!! Hay mucho enterao!!!

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    2. jajajaaj y dice que hasta la compraría jjajajjaja
      Si no tienes ni para comer tio!!!!!!
      DAte una ducha palomoooooo!!!!!!

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    3. O sea que le volverías a ver, eso sí gratis, y si toca lo que tu quieras que toque. ¿No vas un poco de sobrado?. Porque la práctica totalidad de lo que estuvimos estuvimos de acuerdo con lo que el Sr. Bonamassa quiso tocarnos. Y a mí no me gusta nada Leonard Cohen pero respeto que tocara un tema suyo (y a mí si me gustan las baladas heavys y por supuesto el heavy y el hard rock)¡Long live rock'n'roll!

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  9. Hola amigos e la guitarra: Ayer estuve en Murcia disfrutando del CONCIERTAZO que se pegó el GRAN JOE. He tenido la suerte de ver a CASI todos los más grandes de la guitarra, y tengo que reconocer que me cuesta trabajo decir, cual es EL MEJOR. Si no el mejor si EL MÁS EN FORMA!!!!!!
    Suscribo todo lo dicho en elartículo, con laparticularidad de qu en Murcia el sonido fue PERFECTO!!! como todo el concierto!!! PAsado mañana va a Barcelona y me estoy planteando el viaje!!!! ¡Habrá localidades libres?

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  10. Sin duda es más un animador (un front man) que un cantante, pero su voz es muy agradable y más que correcta, ademá para mi tiene momentos sublimes como en Sloe Gin o Mountain Time y el blues le sale de forma espontanea. Como instrumentista es de los mejores que he visto y en cuanto a la composición y orquestación su progresión le augura un sitio entre los grandes (espero empiece a dar cancha al resto del grupo). Me encanta su eclecticismo, incluida su vena más rockera. Y no hay nada más patético que los culturetas del blues y del jazz que califican las canciones y los artistas en función del género al que pertenecen. Tienen un calibre homologado para medir la calidad y la sensibilidad de una obra, pero además resulta realmente hortera cuando lo expresan en voz alta.

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