Given To The Wild - The Maccabees

Disco: Given To The Wild

Grupo: The Maccabees
Discográfica: Fiction
Fecha de publicación: 09.01.12 
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-Víctor Sánchez-

  La vuelta de los británicos The Maccabees a las listas de ventas era algo que esperaban como agua de mayo muchos fans -algunos insatisfechos con el segundo largo de Orlando Weeks y compañía, 'Wall Of Arms' /Fiction, 2009/- y los amantes incondicionales de temas como 'Toothpaste Kisses', 'Bicycles' o 'Love You Better'. Given To The Wild pierde la frescura y frenetismo de los primeros temas de Maccabees para transmutar a un sonido más acopiado y con mucha, mucha reverberación. 

 Con el comienzo, 'Given To The Wild (Intro)', nos colocan en el sello paisajístico de una película dotada de lirismo onírico. 'Child' se salva por los instrumentos de viento metal, que continúan ofreciendo esa grandeza que pretenden transportar a lo largo del álbum, carente de éxitos alegres, a excepción del single 'Pelican'.

 La grabación y sonido de la batería merece una resonancia especial, por su exquisito sonido y los ritmos que sí consiguen dar más vida a las melodías de guitarras, la mayoría en claves menores. 

 La joya del disco: 'Feel To Follow'. Ya se conocía, pero no ha conseguido el título de soberana hasta escuchar la totalidad del tercer álbum y cerciorar de que sí se trata de la obra más completa dentro de un álbum de transición, puesto que el largo nos aventura un cambio sustancial de la marca de identidad de Maccabees hacia un perfil más oscuro. Sea cual sea la etiqueta y estén o no de acuerdo en que el citado cambio se ha producido, la banda de Londres sigue siendo más que buena.

 'Ayla' continúa la línea cinematográfica del álbum con un piano digno de banda sonora y con las trompetas que vuelven como potenciadoras de composiciones un tanto rectilíneas. En el epicentro del meollo, 'Glimmer' y 'Forever I've Known', parecen las composiciones  residuales que hacen bajar la nota al conjunto de temas.

 'Heave' alarga demasiado el inicio de la canción para lo que parece que va a venir y no llega, el subidón de subidones, se queda en humo. 'Pelican' borra toda marca en negativo que pueda dejarte el álbum /si es que lo hay/. Este tema es un pepino, alegre, rápido y con guitarras muy pegadizas. Las voces de Weeks y cía, dobladas en muchas ocasiones, ofrecen consistencia a las letras. 'Went Away', 'Go' y 'Unknown' nos enseñan que es innegable la marca de sus productores, Tim Goldsworthy, Bruno Ellingham y Jag Jago, quienes han trabajado con sonidos de electrónica, como LCD Soundsystem. 'Slowly One' y 'Grew Up At Midnight' cierran el cómputo de las 13 canciones que forman Given To The Wild.

 Si no conocías a The Maccabees, pese a que este disco lo tendrás que escuchar varias veces para cogerle regusto, te gustarán sí o sí si tus apetencias musicales van por el camino de Foals, Mystery Jets y Friendly Fires.

 En definitiva, los ecos y golpes envolventes de batería se entrelazan para dotar a la tercera obra de estos británicos el añadido de lo épico y onírico. Un trabajo bien constituido, con marca innegable de crecimiento en su carrera y, como nota discordante, la pérdida escalonada de la esencia juvenil del primer disco de Maccabees.