Manel no defrauda en el DCode

 Pepa Blanes  - 25 Junio de 2011

- Hora: 18.10 -Lugar: Festival DCode (Madrid) -Promotor: Live Nation

Público:Casi-lleno

 Después de conseguir lo que ningún grupo que canta exclusivamente en catalán ha logrado, es decir, vender 10.000 copias de discos y llenar dos días consecutivos el Teatro Lara de Madrid, los Manel no defraudaron en el segundo día del Dcodefest. Además de presentar al público su nuevo disco, 10 milles per veure una bona armadura, disco que, por cierto, ha sido el causante de que tengan tanto seguidor más allá de las fronteras catalanas, dieron cuenta de que también son un grupo capaz de arrancar al público unos bailes.

 El calor seco de las seis de la tarde no desdibujó la actuación de este cuarteto que mezcla el folk, con el pop y unas letras muy catalanas y no sólo por el idioma. Los conocidos como “los Guardiola” de la música catalana –es conocida la devoción del técnico azulgrana por el grupo- hicieron bailar y saltar al público madrileño, a pesar de que son más bien una banda de teatros que de festivales como este. Poco a poco fueron sonando Boomerang, Aniversari y el Gran Salt, tres de los hits del nuevo disco, mezcladas con canciones del anterior. No faltó la versión que la banda ha hecho de la mítica Common People de los ingleses Pulp, traducida a su manera al catalán como Gent Normal. 

 Otro punto álgido de la tórrida tarde llegó con Ai Dolors, donde Guillem Gisbert, el cantante –cada vez con más parecido al jugador del Barça Gerad Piqué- da paso al guitarra, Roger Padilla. Después llegará Un Pla Quinquenal y En la que el Bernat se’t trova, muy tarareada por sus seguidores madrileños. Y, entre canción y canción, muy atentos con el público haciendo incluso alguna broma sobre si entendían o no las letras. Un público que soportaba el sol a base de manguerazos que los agentes de seguridad lanzaban a diestro y siniestro sin alterar la típica indumentaria folk del cantante, ni salpicar su ukelele. Ni siquiera parecieron echar de menos Corrandes de la parella estable, en la que el público sube al escenario a cantar su propia versión de la canción.