Víctor Sánchez /Fotos- Víctor Sánchez/ - 25 Junio de 2011
- Hora: 16:30 -Lugar: Festival DCode (Madrid) -Promotor: Live Nation
Público: 13.000 asistentes
Lo del sábado es otro cantar. Día grande para un festival que ha sabido estar a la altura en su año debut. DCode Festival se ha hecho un hueco en el verano de los festivales. Con 13.000 asistentes en el segundo día -2.000 más que el viernes-, el festival, organizado por Live Nation y la Universidad Complutense de Madrid, ha traído a la capital las actuaciones meteóricas de grandes grupos de la escena indie-rock internacional.
Tom Meighan, Kasabian /Víctor Sánchez/ |
La segunda jornada y día a resaltar -no sólo por el cartel, sino por los conciertos que se vivieron- tuvo como protagonistas indiscutibles a los suecos The Hives, a los cabeza de cartel, Kasabian, y a Crystal Castles, que cerraron la primera edición del festival celebrado en el Complejo Deportivo de Cantarranas, en la UCM de Madrid.
Bajo un sofocante y agotador calor -que rozaba los 40 grados al inicio de los conciertos- el escenario dcode1 arrancaba con la actuación de Papu Sebastián y compañía, o lo que es lo mismo: Polock. Su rock crudo y pulido dio paso a la participación de Mucho en el escenario dcode2, los ex-integrantes de Sunday Drivers ejecutaron los temas de su primer álbum.
Los barceloneses Manel hicieron de Madrid un pequeño rincón de encuentro para los catalanoparlantes y demás curiosos que se acercaron a vislumbrar el directo de los número uno en ventas de nuestro país. Manel consiguió hechizar y cuenta de ello damos en una reseña señalada.
Antoine, Jamaica /Víctor S/ |
Llegadas las siete de la tarde, los franceses Jamaica irrumpieron con fuerza en el escenario. Era su segundo concierto en Madrid y parecían de toda la vida. Hicieron bailar y saltar al respetable al son de canciones como Short and Entertaining o I Think I Like U 2. El dúo, acompañado por David Aknin a la batería, se ganó al público con su rock arrollador y con un final que ya quisiesen muchos. Con el tema When Do You Wanna Stop Working, Antoine Hilaire ofreció su guitarra a una joven del público para que finalizase ella misma el concierto. Todo un detalle.
Hacia las ocho de la tarde, llegó la hora de disfrutar de dos grandes 'salvadores' del género indie-rock británico. Blood Red Shoes y The Vaccines -de los segundos ofrecemos un resumen aparte- trajeron los ritmos más eclécticos del día. Blood Red Shoes son de los que apuntan a ocupar, en un tiempo lejano, el preciado hueco que los White Stripes han dejado tras su disolución. Steven Ansell -en la batería- y Laura-Mary Carter con su voz y guitarra hacen de dos instrumentos y bases simples todo un amasijo post-punk bien trabajado. Cuenta de ello dan composiciones como I Wish I Was Someone Better o You Bring Me Down.
Separadamente del bis a bis marcado por los dos grandes escenarios, la carpa patrocinada por Eastpak y Mondo Sonoro ofreció en la segunda jornada los conciertos de The Bright, Havalina -quienes presentaron Las hojas secas /2010/- y Javiera Mena.
The Hives /Víctor Sánchez/ |
Señoras y señores, con todos ustedes la mejor banda de rock del mundo: The Hives. En más de tres ocasiones Pelle Almqvist -líder y vocalista- pronunció en un cómico y jocoso castellano que The Hives eran y son la mejor banda de rock del mundo. No discutiremos si es o no así, pero lo que si sabemos es que los suecos han sido la mejor banda y actuación del festival.
Nicholaus Arson, The Hives /Víctor S./ |
Minutos antes del comienzo, los backliners -vestidos de karatekas- daban muestra del espectáculo que íbamos a presenciar. The Hives aparecieron en el escenario principal ataviados con fracs y sombreros de copa alta para dar toda la tralla que el público merecía, y así fue. Desde el inicio, los 5 componentes dieron lo mejor de sí para ganarse al público desde el mismo instante en que dio comienzo la representación.
Un cómico y hablador Pelle protagonizó un auténtico show en el que no faltaron hits y auténticas bombas de relojería. Para lo que algunos pueda ser un pecado mortal, lo que ayer hizo Pelle al exigir con 'cariñosos apelativos' -como pussies- que los asistentes al festival que no observaban el concierto de los suecos se acercasen al escenario para disfrutar del macarra y desenfadado espectáculo, fue una muestra más de lo bien que se lo hicieron pasar a la masa .
Con bis incluido, The Hives terminó su hora larga de actuación -fueron 15 canciones- con los temas Hate To Say I Told You So y Patrolling Days. En resumen, no hubo ni un solo momento en el que se pudiese desconectar del acto ya que Pelle consiguió hacer suyo al público y manejarlo como títere a su 'sano antojo' -hasta que no consiguió sentar en el polvo a todos los asistentes en mitad de una canción no continuó su espectáculo-. Para un servidor, lo mejor del concierto lo protagonizó el tema I Won´t Be Long.
Con la resaca que los suecos dejaron en nuestros cuerpos, The Ting Tings y la rubia que a todos y todas gusta, Katie White, ofrecieron un concierto extremadamente bailable en el que no se dejaron en el tintero ningún tema insignia del dúo formado por Katie y Jules de Martino. Salvo un pequeño desajuste que ensombreció el temazo That´s Not My Name, los Ting Tings gustaron y divirtieron. En resumidas cuentas, cumplieron con su principal cometido: hacer bailar.
De Kasabian nada malo se puede decir, cabezas de cartel y principal atrayente, gustaron ¡y mucho!. Festejaron todos sus grandes éxitos y mostraron tímidamente lo que -sin duda alguna- será un gran disco: Velociraptor!. Aquí la crónica especial.
Con The Sounds -la noche se la repartieron suecos y británicos- y Crystal Castles -la enigmante vocalista Alice Glass nos dejó absortos-, el DCode Festival se despidió del público madrileño en su primera edición. Desde After Musiic esperamos y deseamos que, en los próximos años, el festival madrileño se consolide como una propuesta firme y de calidad en la escena festivalera nacional y así podamos disfrutar de muchos DCode más.
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