Lori Meyers '100% spanish pop'

Víctor Sánchez /Fotos- Víctor Sánchez/ - 11 Diciembre de 2010

- Hora: 21.00 -Precio: 17 euros -Lugar: La Riviera (Madrid) -Promotor: Spanish Bombs

Público: Lleno

Anoche, los granadinos Lori Meyers convirtieron La Riviera en el centro neurálgico del pop más cadencioso y alegre de la capital. 2.500 seguidores ansiaban con nerviosismo controlado el inicio del concierto, ¡y qué inicio!

Eran las 21:30, las luces se apagan alterando a los allí presentes: Lori Meyers, ataviados con sus looks corbata-camisa, aparecen desperdigados por la sala comenzando con la acústica Enhorabuena Eres el que Tiene Más. Una inusual y original puesta en marcha de este sexteto que, currantes donde los haya, presentaron su cuarto disco (Cuando el Destino Nos Alcance, 2010) ante un entregado público lleno de jóvenes treintañeros y muchas, muchas mujeres bellas!

Reunidos ya en el escenario, arrancaron los primeros coros de los fans con su primerizo Viaje de Estudios.

El escenario, con pequeños arreglos de luces y una estética simple, sirvió de plataforma a unos Lori Meyers que no precisaron más que de sus canciones pegadizas para ganarse a un público cómodo.

En numerosas ocasiones Noni y los suyos dejaban corear al público a solas, haciéndose evidente que sus letras llenan, calan y llegan a memorizarse fácilmente, hito conseguido por muy pocos artistas.

Y lo de ayer no sólo fue un karaoke masivo, canciones como Condicional Hipotética, Tokio ya no nos quiere, los estribillos de La Búsqueda del Rol o ¿Aha Han Vuelto? (con mucha luz láser y bolas de discoteca) motivaron la transformación del concierto en una alegre sesión de música-baile.

La coreada Luces de Neón sirvió como interludio a un merecido descanso que los granadinos retomaron invitándonos a su Hostal Pimodan.Los fabricantes de pop fresco versionaron en directo el tema Esperando Nada, del difunto madrileño Antonio Vega (y digo madrileño porque Noni no se cansaba de mentar 'Madrid' cada vez que podía).

No cabe duda que el broche de oro perfecto para cerrar oficialmente el concierto recayese sobre el single Mi Realidad, cantado a 'grito pelao' por un público similar a una jauría adolescente y sin prejuicio alguno por mostrar su momento de gloria.

La multitud, reacia a quedarse sin más dosis de pop ecléctico, pidió al unísono la vuelta al escenario del grupo que, agradecido por los aplausos de los allí presentes, remataron el concierto con dos temazos 'made in Meyers': La Caza (versión Juan Y Junior) y Alta Fidelidad, con Noni danzando pletórico sobre la barra central de La Riviera, llevado en volandas por el staff de seguridad de vuelta al escenario, para terminar cantando con el público los últimos versos de un concierto para el recuerdo.