domingo, 4 de diciembre de 2011

Toro y Moi sacude Madrid a ritmo de chillwave

 Víctor Sánchez /Foto- Víctor Sánchez/ - 04 diciembre de 2011
- Hora: 22.00 -Precio: 17 euros -Lugar: Moby Dick Club (Madrid) -Promotor: Miles Away
Público:  3/4 partes


 Una fría noche de domingo en la calle o bailar hasta reventar con Toro y Moi en una de las mejores salas de Madrid. Si a uno le propusiesen esto, a menos que sea un pardillo masoca, optaría por disfrutar del directo de una de las formaciones que está en boca de la mejor crítica musical y si, para colmo, se trata de un set en una sala con el nivel acústico y la atmósfera del Moby Dick Club, dos veces mejor el motivo para escoger esta opción.

 Pocos fueron los elegidos /o avispados afortunados/ que se dejaron ver por la mencionada sala para disfrutar del set /corto, ya que no llegó a la hora de duración/. Hacia las nueve de la noche abrían las puertas y poco a poco el reguero de gente, fino pero continuo, fue entrando al local. Para sorpresa de muchos, el mismo Chaz Bundick se encontraba en el puesto de merchandising vendiendo, firmando y fotografiándose con todo aquel que se acercaba para charlar unas palabras antes de que él, su bajista /que también se encargaba de la venta de discos/ y el resto de la formación, pasadas las diez de la noche, abriesen el directo de Toro y Moi en Madrid.

Con dos discos en su haber, el concierto tuvo una amplia mayoría de temas pertenecientes al segundo largo, 'Underneath the Pine' /Carpark Records, 2011/, que muestra un sonido fresco /más atronador y contundente en directo/ con el sample y los loops de teclados como máximos protagonistas.

 Un concierto ocurrente y muy bailable, en el que temas como 'Still Sound' o 'New Beat' reinaron con un sonido que evocó a las grandes bases del hip hop de The Sugarhill Gang y esa carga de buen rollo hasta límites insospechados. Trece canciones /incluido el bis, que fue muy solicitado por el respetable/ que dejan buen sabor de boca al ciclo Grab Some Bands, organizado por Budweiser y Miles Away.

Y sí, Bundick se animó a bailar entre el público, este chaval mola.



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