Víctor Sánchez - 23 de mayo de 2013
- Hora: 17:00 -Lugar: Primavera Sound (Barcelona) -Promotor: Primavera Sound
Público: Lleno
Tame Impala / Dani Cantó-Primavera Sound |
El festival Primavera Sound 2013 ha inundado de color, hipsters y postureo la ciudad de Barcelona un año más, pero sobre todo lo que ha conseguido es aunar a decenas de las mejores bandas de música en un mismo recinto en el que decenas de miles de personas han disfrutado como nunca a pesar del frío reinante en las noches del evento.
Tras una jornada de inauguración con The Vaccines, Delorean y unos The Bots sensacionales bailados por 10.000 asistentes, llegaba la jornada clave, la inauguración, la prueba de fuego, la demostración de que el hashtag #bestfestivalever tenía fundamento sólido y no era una simple herramienta de marketing creada por la casa organizadora.
Al entrar al inmenso recinto, te sobrecogía la cantidad de gente interesada por el merchandising antes de descubrir a Cut Your Hair, una de las bandas patrias que actuaron en el festival, y que pasaron sin pena ni gloria debido al escenario /patrocinado por Smint/ donde el protagonismo lo tenían las grageas refrescantes y no la música.
Nuestra toma de contacto fue a lo grande, sin filtros, sin tentativas ni medios miedos, Tame Impala nos esperaba en el escenario principal /el más lejano de todos/ con las pilas bien cargadas y con ganas de amortizar desde el minuto uno los euros gastados en la entrada, que no son pocos.
De Savages oímos que para lo que se ha hablado y ensalzado de ellas, estuvieron correctas, pero como no pudimos verlo con nuestros ojos, centrémonos en lo que sí alumbramos, el desvirgue de Tame Impala sin su bajista.
La gente ardía en deseos de explotar con las composiciones de 'Lonerism', el segundo LP de los australianos, con el que han conseguido ser de lo más atractivo de la escena actual. Kevin Parker y los suyos /a excepción de NIck Allbrook, que ya ha sido suplido en el bajo por el batería de su propia banda POND, Cam Avery/ pisaron el escenario mordiendo sus pedales psicodélicos que hicieron del concierto dos partes diferenciadas. Parapetado con una gran pantalla que bailaba en colores según los rasgueos de su gitarra, Parker, descalzo y entregado, no consiguió conectar del todo con la inmensa masa presente ante sus ojos hasta la mitad del directo.
No perdieron la oportunidad de mostrar su mejor filón, por lo que 'Keep On Lying' 'Elephant', 'Feels Like We Only Go Backwards' o 'Half Full Glass Of Wine' /con la que cerraron/ sonaron potentes y alegres. Con bailes, menciones a lo bien que lo estaban pasando y un sin fin de halagos cruzados, Tame Impala desaparecieron del escenario y el buen sabor de boca quedó instalado en los asistentes.
De paseos entre escenarios como el ATP /uno de los peores en cuanto a sonido/ donde vislumbramos a Do Make Say Think y el cajón de Ray-Ban Unplugged /en el que repitieron fórmula y éxito The Bots/ llegamos a Deerhunter. Otro buen concierto, tal y como nos tiene acostumbrados Bradford Cox, en el que además de su cara blanca y vestido de señora juguetona llamó la atención la cantidad de asistentes que optaron por disfrutar de algunos cortes de 'Monomania' antes que del regreso de The Postal Service, uno de los cabezas de cartel del jueves.
Es justicia indicar que su comienzo fue insulso, aunque cogió vida y sabor según pasaban los temas /sobre todo con la llegada de 'Brand New Colony' o 'Nothing Better'/ y con 'Such Great Heights' el 50 por ciento de los asistentes a.k.a <<no tenemos ni idea de 'Give Up' pero nos han dicho que estos tíos son top>>, se dieron cuenta de que algo conocían a Ben Gibbard, Jimmy Tamborello y la también cantante Jenny Lewis.
De nuevo cogimos nuestros enseres y como nómadas anduvimos de escenario a escenario hasta llegar al Primavera, el lugar destinado a la maestría y dulzura de Grizzly Bear. De los norteamericanos podemos confirmar que su último disco es, a nuestro parecer, el mejor de su carrera, y la muestra en directo de 'Shields' ratificó esta afirmación.
Pese a los fallos iniciales del micro de Ed Droste, los cuatro músicos de Brooklyn no se dejaron amedrentar y afrontaron las composiciones de sus cuatro discos con suavidad y seguridad pasmosa, en la que las voces parecían empastar mejor que nunca.
Lo de estos tíos es cojonudo, sinceramente, ya que valerse de una docena de medusas iluminadas que bailaban al son de las canciones durante todo el concierto y cuatro alógenos de colores y hacer sentir que vives un espectáculo único no tiene precio.
Habrá muchos que digan que pudo resultar ñoño, sieso y algo aburrido, pero el que vivió desde dentro el concierto, como un servidor, no puede más que alabar las buenas vibraciones que hicieron sentir. Chapó por la banda, y un sobresaliente para Chris Taylor.
Finalizado el concierto llegó la hora de bailar con Phoenix en la otra punta del Forum, así que sumados a la riada de gente que acudía al escenario principal llegamos al Heineken, donde la misma pantalla de Tame Impala seguía instalada para los de Versalles, que abrieron puntuales, como la inmensa mayoría de conciertos programados en el PS, con 'Entertainment', el single de su disco 'Bankrupt!'.
'Lizstomania' y 'Long Distance Call' hicieron que el inicio del concierto pareciese auténtica fiesta, pero quedó en un primer punto de una borrachera que baja con el paso del tiempo, aunque el final de esta se hizo interesante cuando decidieron retomar los grandes hits de la banda.
En la instrumental y epiléptica 'Bankrupt/Sunskrupt' miles de dólares trolleados volaron a modo de confeti para dejar paso a un Thomas Mars con cara de pasmado apuntalado en los brazos de sus incondicionales de primera fila. Varios temas pasó allí agarrando las manos de los asistentes para, tras un final de traca con 'Fences' y '1901', repetir los acordes de la nipona 'Entertainment' con J Mascis de Dinosaur Jr. a la guitarra y Thomas retozándose con el público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario