Wu-Tang Clan / Eric Pàmies - Primavera Sound |
La última jornada del Primavera Sound 2013 sabía agria y triste antes de que abrieran sus puertas. La cancelación de Rodríguez, conocida tan solo unos días antes del inicio del festival así como la preocupante noticia de que Band of Horses no habían viajado hasta Barcelona por culpa de los tornados que azotan Estados Unidos, hacían de esta jornada la menos atractiva, en apariencia. Para contrarrestar, la organización del PS tiró la casa por la ventana al anunciar a media noche a través de las pantallas de los escenarios principales el primero de los cabezas de cartel de su futura edición, en 2014: Neutral Milk Hotel.
Centrados en la crónica, la del sábado comienza con una incorporación de última hora, la de los albaceteños Chucho, que suplieron a Rodríguez en un escenario no muy concurrido pero sí entregado con Alfaro y sus chuchos perdidos.
Deerhunter repetía concierto para suplir la baja de Band of Horses, esta vez en el escenario principal y sin vestimentas estridentes, mientras que los australianos Dead Can Dance inundaban de su música etérea y de tintes medievales el escenario Ray-Ban, uno de los más cómodos /por su cercanía, disposición y organización/ y que, por cierto, estaba a reventar.
Puntuales, una de las formaciones más importantes de la historia del Hip Hop, la Wu-Tang Clan, aparecía sobre un escenario en el que quedaron algo vilipendiadas las nuevas tecnologías musicales, el sistema y demás asuntos machacados por las hábiles lenguas de RZA y compañía. Buena sintonía con el público hipster, entretenidos discursos y mucho derroche de Champagne, como buenos raperos.
Pese a no estar todos los del clan y sentirse una falta de musicalidad salvada por un solo dj, la Wu-Tang Clan pasó la prueba e hizo disfrutar al respetable.
A todo correr acudimos al directo de Nick Cave & The Bad Seeds, quien muy altanero y fardón ofreció un buen set cerrado con la cojonuda 'Push The Sky Away'. Cave y The Bad Seeds focalizaron su directo más salvaje en un concierto digno de alabanza.
En el escenario Pitchfork, tras observar como Dan Deacon bailaba su micrófono sobre los altavoces, sampleaba su voz y se descojonaba con la tardanza del público por sentarse sobre el suelo, Liars desgranó su lado más oscuro con gente enloquecida, bailes de flequillo estridentes a cargo del líder de la banda y un set muy electrónico debido al último LP de la banda, 'WIXIW'.
Lo de My Bloody Valentine fue el fiasco de la noche debido al sonido imperceptible de sus voces, que apenas se intuían en la algaraza de guitarras y además echaron poca mano a su nuevo y sorprendente disco, 'MBV'. Crystal Castles /con Alice Glass desatada y desubicada en el escenario/ y Hot Chip se encargaron de cerrar la última de las noches del PS.
En resumen, la edición más numerosa de la historia del Primavera Sound con 170.000 asistentes y un cartel épico ensombrecido por las cancelaciones de última hora y el frío casi polar, que provocó el re-bautizo del nombre a cargo de sus asistentes, el nuevo Winter Sound.
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