20. Swing Lo Magellan, de Dirty Projectors.
Dirty Projectors probablemente haya sido una de las bandas más convulsas de la historia. Con más de una veintena de músicos que han paseado como miembros de la banda, ésta continúa al pie del cañón y lo hace de tal guisa: consiguiendo posicionarse entre los primeros puestos gracias a su séptimo largo compuesto por sentidas piezas como 'Dance For You' o 'Gun Has No Trigger'.
19. Oshin, de DIIV.
El ambiente y melancolismo del dream se unen a la experimentación sensorial del post-rock para mostrarnos 13 temas que, aunque se van desgranando uno a uno, forman un cómputo indivisible, un producto cerrado y preparado para saborearlo en varias escuchas sucesivas.
18. The Seer, de Swans.
Su álbum más largo llega de nuevo rompiendo esquemas y verificando que no hay que ser nuevo para hacer algo nuevo. De hecho, sólo el exceso de confianza y un absoluto egocentrismo pueden dar a luz a 'The Seer'. Este nuevo largo aúna todo lo que han sido Swans y le añade nuevos elementos que enrarecen aún mas su oscurismo: violines, gaitas, campanas, acordeones, dulcémenes, tocados como nunca antes.
17. WIXIW, de Liars.
Estos músicos experimentales ya han entrado en la marca de banda con dilatada carrera gracias a un sexto LP que provoca en el seguidor el regusto de ver cómo mejoran con los años lo que en el 2000 se atrevieron a mostrar al mundo. 12 años dan para mucho, y sobre todo para conocerse entre ellos y saber qué es lo mejor que puedes crear de forma colectiva. Aquí el buen resultado compuesto por los estadounidenses Liars.
16. Metz, de Metz.
Lo de estos canadienses es de alabar. Ensalzados al unísono por los medios más respetados de la escena independiente norteamericana y británica, varias de sus canciones han sido escogidas como lo mejor del año. La suciedad y descaro con el que afrontan su sonido les hace merecedor de entrar en los primeros puestos de la lista.
Mención especial se llevan 'Headache' y 'Rats'.
Mención especial se llevan 'Headache' y 'Rats'.
15. channel ORANGE, de Frank Ocean.
'Thinkin Bout You', 'Fertilizer' /suena a BSO buenrollista de una película genial/ 'Pyramids' /imponente es la garra de esta canción en el ecuador del disco/ 'Bad Religion', 'Pink Matter' y 'Forrest Gump' hacen del disco, junto a colaboraciones tan suculentas /aunque nada convencionales/ de gente como André 3000 o John Mayer, un regalo para desenvolver con celo. Queda demostrado que este miembro de Odd Future se presenta cual rey ad novitatem del mejor género R&B.
14. Babel, de Mumford & Sons.
Lo que han conseguido Marcus Mumford y compañía con su continuación del debut es de traca. De clara aura existencial, la temática sobre el amor, lo antropológico y lo espiritual forjan en la carrera de este cuarteto un sitio único para ellos. Nosotros rezamos halagos hacia esta obra, un genial segundo disco, que siendo éste un punto crítico para todos los artistas que han conseguido grandes épicas con su primer trabajo, han conseguido refutar dicho merecimiento en un muy examinado segundo larga duración.
13. Blunderbuss, de Jack White.
Jack puede echar de menos White Stripes, pero nosotros, gracias a su debut en solitario, no tenemos casi morriña del dúo que ensalzó su carrera. 'Blunderbuss' ha conseguido llegar cual disparo del arma que da título a este LP gracias a balas como 'Another Way To Die', 'Freedom at 21', 'Sixteen Saltines' o 'I´m Shakin'. Una gran banda blues le acompaña en un disco digno de perpetuarse en la historia.
12. Given To The Wild, de The Maccabees.
El nuevo disco de estos ingleses pierde la frescura y frenetismo de los primeros temas de The Maccabees para transmutar a un sonido más acopiado y con mucha, mucha reverberación. Los ecos y golpes envolventes de batería se entrelazan para dotar a la tercera obra de estos británicos el añadido de lo épico y onírico. Un trabajo bien constituido, con marca innegable de crecimiento en su carrera.
11. Gossamer, de Passion Pit.
'Gossamer' se presenta con un colorido y luminosidad restaurados, sobre todo teniendo en cuenta que en su problemático predecesor predominaba el oscurismo /siempre teniendo en cuenta que el synth-pop azucara todo a su paso/. El tiempo invertido ha dado sus frutos y este nuevo largo trae lo mejor de Passion Pit con 12 divertidos cortes que te obligan a darle de nuevo al play una vez terminado el último tema.
10. Come Of Age, de The Vaccines.
The Vaccines son un portento musical casi descerebrado que revoluciona a las muchedumbres que se agolpan en sus conciertos para disfrutar de sus composiciones rápidas y eficaces que ahora, con su segundo LP, 'Come Of Age', pierden ese omnipresente reverb para dar paso a la coherencia y luminosidad de sus nuevos temas. El conjunto de temas, más extenso pero menos repetitivo que su antecesor, da ejemplo de que, a pesar de no haber supuesto una re-revolución, es más importante continuar el camino hacía una carrera meteórica que probar a dar el salto definitivo, que no siempre acaba en buen término.
9. Bloom, de Beach House.
Con este nuevo LP se confirma lo que empezamos a entrever con 'Teen Dream' /2010, SubPop/: Beach House son al dream-pop lo que el dream-pop es a Beach House. Los de Baltimore ya no solo llevan las riendas de este estilo, sino que lo han amansado y lo hacen moverse y fluctuar a su gusto, todo dentro de los límites de la excelencia.
Se dice admirador de Dylan, Arctic Monkeys y cosas tan dispares en el espacio-tiempo que demuestran lo prematuro de su historial auditivo, pero esto no es malo, ya que consigue ensalzar aún más su arte debido a que a su temprana edad no le ha dado tiempo a nutrirse de la esencia que de forma natural llega a transmitir con sus composiciones. Un álbum que parece haber sido grabado mediante tecnología magnetofónica prescindiendo de arreglos superfluos echando mano a la más avanzada tecnología, aunque esta parte es un deseo que dificilmente se haya materializado, pero lo importante aquí es el resultado, que bien podría dar consistencia a esta hipotética teoría.
Psicodelia al máximo exponente, canciones sublimes y difíciles de ensalzar sobre el resto. Así es como se resume este segundo disco de estudio de los australianos Tame Impala.
Muy dados a ahondar en las profundidades del sonido, los de Perth buscan el estudio matemático para descubrir en las ondas sonoras lo mejor de su combinación.
Muy dados a ahondar en las profundidades del sonido, los de Perth buscan el estudio matemático para descubrir en las ondas sonoras lo mejor de su combinación.
6. Visions, de Grimes.
Esta canadiense ha conseguido mezclar ambientes claroscuros, el chillwave, su dulce voz, el estilo drag o crunk-shoegaze y algo de J-Pop /japo/ ponen la guinda a este disco con el que te quedarás con su inquietante densidad y aires orientales que le convierten en la antesala de nuestro top 5.
El cuarto disco de los norteamericanos Grizzly Bear escala hasta el 5º puesto del olimpo musical gracias a cortes como 'Sleeping Ute', 'Speak In Rounds', 'Yet Again' o 'A Simple Answer' que, sin juicio expreso, dejamos que seas tú quien ratifique esta merecida posición escuchando el LP. Grizzly trae la mejor forma de disfrutar de algo bueno /muy bueno/ en un año sin demasiadas alegrías.
4. Valtari, de Sigur Rós.
Magia y preciosismo. El sexto trabajo de estos islandeses no solo complementa, sino que mejora el perfecto y constante camino que crean con cada nuevo tema que ve la luz. 'Valtari' esta hecho para disfrutar en soledad, volar sobre paisajes vírgenes e inmensos, llorar y reír. Los ambientes sonoros se unen con un sinfín de notas vagabundas de piano y, de nuevo, con el brillante y melancólico canto del maestro de la voce di testa, Jónsi.
3. Django Django, de Django Django.
Y en el pódio, entra Django Django como bronce con su carta de presentación, que la ha mostrado con una calma asombrosa y admirable o, por los menos, eso parece si tenemos en cuenta que su single salió hace más de dos años y ha sido 2012 cuando han sacado a la luz su debut. Si el tomarse el tiempo necesario hace que se publiquen trabajos así, creemos que todos deberíamos lidiar con aquello de que "poco a poco la vieja hila el copo". Los sonidos de maquinas recreativas, los ritmos africanos y las melodías desérticas unidas a las guitarras ochenteras /solo en ciertos casos/, la electrónica más actual y los potentes coros componen 13 asombrosas pistas.
2. Coexist, de The xx.
Solo una vez cada mucho tiempo llega una banda que revienta/reinventa los esquemas de la música, que consigue hacer algo extraordinario y, si esa salida de serie es conseguida por medio del minimalismo, el intimismo y la absoluta melancolía, mejor que mejor. Con 'Coexist', The xx comienzan a hacerse un más que merecido hueco en la historia musical. Esperemos que el ya conocido como 'sonido xx' siga evolucionando y dure lo suficiente para ocupar ese vacío que ya hace 3 años comenzó a llenarse.
1. An Awesome Wave, de Alt-J ∆.
Y en el número uno, el TOP de nuestra lista, el descubrimiento del año, el regreso de nuestra confianza a ciegas en la música contemporánea, etc. todo ello lo ha conseguido el debut de Alt-J. Estos ingleses nos han permitido traspasar la barrera de las expectativas para este 2012 ya que han aunado el mejor toque de cada artistazo que te pueda recordar su música para acariciar la simbiosis natural que entonan sus canciones.
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