Víctor Sánchez-P - 07-08 de diciembre de 2012
- Hora: 18:00 -Lugar: Matadero (Madrid) -Promotor: Primavera Sound
Público: Lleno
Este fin de semana Madrid ha acogido la última edición del San Miguel Primavera Club hasta nuevo aviso. Sí, así de triste y rotundo se ha despedido esta edición que, desde hace un par de semanas, se veía maldita.
A 24 horas de que comenzasen las dos jornadas programadas en las naves de Madrid Matadero, una decisión de los peritos municipales menguaba la capacidad de una de las salas al 20% de su capacidad. Sin saber si se podía o no haber buscado una solución mejor, los conciertos en la Nave Terneras siguieron adelante con unas pocas filas de sillas para hacerlo más presentable, aunque el vacío era notorio.
Con un 'jarai' de consideración, los asistentes al festival no sabían si debían probar suerte para ver a sus grupos, si estos habían sido reubicados o tan si quiera si podían pasar a ver un concierto sin que se les fuese solicitada su identificación un puñado de veces. Con este prólogo, los británicos -y 1/5 español- Toy fueron los encargados de encender una mecha de alegría en Legazpi gracias a su apuesta kraut-rock suelta y suave que convenció en su primera fecha en la capital, aunque pocos fueron los presentes.
De los sustitutos de Cat Power, Deerhoof, se experimentó algo similar, poco ambiente pero mucha energía y buena acogida del público, que no se hacía muy notorio. Ya Mark Lanegan y sus oscuros compañeros consiguieron llenar la sombría Nave 16, epicentro del festival y protagonista de uno de los dos conciertos de la noche.
Con Ariel Pink's Haunted Graffiti sonando a la vez que lo hacía Swans para presentar su último -y buen- disco /de los que no pudimos disfrutar pues el cartel de completo se colgó mucho antes de que finalizase Mark Lanegan/, se plasmó la solidez de su trabajo 'Mature Themes' en un escenario donde las luces no parpadearon hasta el desenlace del set.
A las 00.00 horas, tal y como estipulaba el horario, los ingleses The Vaccines hacían acto de presencia en un escenario ante el que se agolpaba el mayor número de público que se vio en la noche del viernes. Pese a desgranar un amplio repertorio, 17 temas en total, los de Londres estuvieron al filo de una hora sobre las tablas, demostrando que su secreto es el dinamismo, la rapidez y la fugacidad de sus temas.
'No Hope' abrió la noche en la que presentaban 'Come of Age', el segundo LP de la formación liderada por Justin Young. Para demostrar que siguen siendo los mismos pese a un cambio notable de look /Young va camino de convertirse en un greñudo y el guitarrista, Freddie Cowan, en un bisoño tras deshacerse de su peluca rizada con la que se presentó en sociedad madrileña allá por 2011, en el Dcode Festival/ 'Wrekin' Bar (Ra Ra Ra)' y el single-bisagra 'Tiger Blood ' sonaron seguidas y con el foso ya más que animado.
Con 'Teenage Icon', 'Under Your Thumb' y 'Ghost Town' la precisión y agilidad de un Cowan quejado de su mano engarrotada tras protagonizar riffs la mar de rápidos y la garra de líder que ya demuestra Justin, dejaron en la sombra a sus dos camaradas durante todo el concierto.
De regreso a su potente debut, nos pasearon con 'Post Break-Up Sex', 'All In White' y 'Wolf Pack', seguidas de una coreada 'Blow It Up' y la siempre salvaje 'I Always Knew', ya de su segundo LP, del que aprovecharon su buena acogida para finiquitar un set cojonudo con su mejor tema de este disco, 'Bad Mood', entrelazado con los hits marcados en calendario 'If Yo Wanna' y 'Nørgaard'.
Para el sábado, los organizadores del PC se guardaron una noche más nacional, con Klaus & Kinski, Los Punsetes, Tuya, y el regreso temporal /y con set especial de más de dos horas en el que despacharon su mejor colección/ de Los Planetas y sorpresas como Redd Kross.
Ua verdadera pena que PC se mude de España para, como poco, la próxima edición.
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