Esta madrugada se ha vivido la victoria de los New England Patriots sobre Los Angeles Rams en la 53 edición de la Super Bowl, donde se esperaba una actuación sorprendente por parte de Maroon 5, la banda elegida para ambientar el medio tiempo del partido.
Pero Adam Levine, ni quitándose la camiseta par lucir torso, ha logrado sobresalir en los 10 minutos que la NFL brinda a la música para ser el evento cultural más visto de la televisión. Quizá, el listón tan alto que ha quedado tras las actuaciones de artistas como Beyoncé, Lady Gaga, Katy Perry o Justin Timberlake en ediciones pasadas, haya marcado la sensación de que cada año, los artistas elegidos, están obligados a superar al anterior.
El grupo angelino, a pesar de contar con varios de los temas más radiados en los últimos diez años, no logró el impacto de otros compañeros ni sacarle todo el jugo a esta oportunidad comercial. Adam y compañía arrancaron con 'Harder to Breathe' y 'This Love'. Un interludio protagonizado por Bob Esponja dio paso a la caída de un meteorito sobre el escenario del Mercedes Benz Stadium de Atlanta.
De este, apareció Travis Scott para interpretar 'Sicko Mode'. Continuó Adam con 'Girls Like You' /acompañado por los ritmos de Equinox Percussion y el grupo de gospel Voice of Atlanta/ 'She Will Be Loved', la versión de 'The Way You Move' con Big Boi y por último 'Sugar' y 'Moves Like Jagger', en la que Levine dejó a la vista su torso para deleite del espectador.
Ni los fuegos artificiales, los coches por el escenario, decenas de drones lanzando mensajes en el cielo ni la espectacularidad de este conocido evento, lograron sumar a la actuación de Maroon 5 y hacerla memorable. Por encima de la actuación ha quedado el veto de algunos artistas a participar por motivos raciales /como Cardi B/
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