Víctor Sánchez / - 25 Julio de 2011
- Hora: 21.30 -Lugar: Festival Jazzaldia (San Sebastián/Donostia) -Promotor: Heineken Música
Precio: gratuito Público: Medio Lleno
Foto cedida por Heineken Jazzaldia |
Aún acongojados y sin poder dar crédito tras la muerte fortuita de la reconversora del soul, Amy Winehouse, Jazzaldia celebraba su tercer día -continuación de fiesta tras el resacón/ conciertazo que ofreció B.B King ante más de 40.000 personas- un sábado que amenazó con tormenta pero quedó en unas pocas gotas -quizá el cielo donostiarra llorase la marcha de Amy, o no- pero todo quedó en una anécdota agria que no consiguió ensuciar tan siquiera un ápice la fiesta musical que vivió anoche la ciudad vasca.
La playa de Zurriola estaba preparada para continuar la puesta en marcha del 46 cumpleaños de un festival con historia, cultura y un cartel de culto que cada año apuesta por lo mejor del viejo y nuevo jazz, así como los envites más rompedores del pop y música alternativa. Crystal Fighters presentó su primer disco Star Of Love /Zirkulo, 2010/ al pueblo que tanto debe -todos saben que este grupo enamorado de la cultura musical vasca hace alarde de la txalaparta allá donde vaya- .
A las nueve y media y con un aforo repleto de curiosos y seguidores entre los que se mezclaban donostiarras, algún que otro madrileño o catalán y otros tantos de Inglaterra -¡ojo!, que aunque la playa no estaba hasta la bandera, el paseo estaba lleno de familias y viandantes que quedaron enmudecidos y encantados con el directo de Crystal Fighters- se vivió un concierto de una hora de duración con temas más que bailables y que hicieron olvidar la lluvia.
La locura generalizada
Solar System abrió un concierto ambientado con un atrezzo étnico -trapos y pieles simulaban rasgos vascones sobre el escenario- y un Sebastian -y nos referimos al cantante- totalmente entregado. Cada nuevo acorde y pista 'electronizada' sucumbía ante el jolgorio y fiesta del público, que venía con muchas, muchas ganas. Más que ganas tenía este grupo procedente de Londres de mostrar lo que para ellos ha sido su mejor descubrimiento, la cultura vasca. No sabemos si con cierto respeto o demasiada soltura, Sebastian y compañía se sintieron como en casa.
En el ecuador del concierto,la pista más discotequera, I Love London -cuyo protagonista es Mimi-, comenzó con la novedosa presentación de Sebastian, quien aseguró que realmente se llamaba así. Curiosa coincidencia.
Swallow, I Do This Everyday, Plage, la coreadísima At Home, Follow y la encargada de cerrar el festín, Xtatic Truth -en versión castellana-, fueron muestra evidente y palpable de la acertada apuesta que presentaron ayer Crystal Fighters al mezclar el sonido techno/machacón con el folk vasco representado con la simpleza y noble txalaparta.
Concierto agradable, agradecido y perfecto para servir como antesala a lo que vendría después: Cut Copy. En definitiva, anoche, dos grupos de bases techno/pop salpimentaron el festival con más culto de nuestro país.
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