Víctor Sánchez - 18 de noviembre de 2017
- Hora: 20.30 -Lugar: Mon Live (Madrid) -Promotor: Charco
-Público: Lleno
La artista chilena Mon Laferte se estrenaba en Madrid con la renombrada sala Mon Live, antigua Penélope, llena hasta la bandera.
El hype creado por sus 5 nominaciones a los Latin Grammy /que finalmente se convirtieron en un gramófono a mejor canción alternativa/ y sus millones de reproducciones en las distintas plataformas de música hacían innecesaria la presentación de Mon en la noche del sábado. Pese a ello, la formación mexicana que acompaña a la creadora de 'La trenza' presentó al foso de la sala a la inigualable, sentida, dramática y portento vocal Mon Laferte.
Gritos, aplausos, vítores y los cacareados 'ole tú' aprobaban cada gesto, nota o comentario de Laferte, que arrancó su concierto con un fuego atronador, calmando el gélido aire acondicionado /quien estuviera debajo de las máquinas sentía el vaivén continuo de los chorros de aire/ y disipando el frío exterior de esa noche.
Los 7 músicos de Mon y la artista estaban exultantes por la acogida de su música en Madrid, una ciudad que haría sentir muy orgullosa hasta a la abuela de Laferte, a quien dedicó su canción más profunda y visceral: 'El cristal'. Laferte vivió este concierto como si fuera el último y así lo hizo extensible a su banda y público.
La chilena no teme las críticas, porque ella se muestra natural, coqueta y preocupada por dar lo mejor a su público. Besos, firmas, flores dedicadas y retoques de maquillaje sobre el propio escenario se entrelazaban con las canciones que han hecho de Laferte el nuevo icono pin up latino.
La parte dramática de Laferte fue la más celebrada y extensa en la noche del sábado, que de vez en cuando daba un respiro emocional con sus temas de tempo más agilizado y letras triviales, como el vivido con 'No te fumes mi marihuana'.
Laferte no quiso dejarse nada en el tintero, ofreciendo al público madrileño todos sus temas más celebrados que, sin duda, son el principal motivo por el que la crítica ha valorado su incursión en la primera línea de la escena internacional como un torbellino que no encuentra descanso. Porque así se mostró Mon al público madrileño, como una garganta que es una mina de oro lírica.
A Madrid, tras vivir el recital del sábado noche, le costará reponerse de la tanta falta que Mon Laferte ha dejado con su estreno en la capital.
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