El cantante y cara más visible de la extinta banda Bee Gees, Robin Gibb, ha fallecido este domingo a causa de una larga enfermedad que le afectaba al hígado y colon y que en los últimos meses le había provocado serías complicaciones y la inducción en un coma.
Una muerte que llega a los 62 años de Gibb, figura más representativa de la mítica formación inglesa debido a sus sonados falsetes vocales. Y es que esta ha sido una semana negra para el mundo musical y más en concreto para el relacionado con el género disco, que ha visto como dos grandes iconos se han ido: Donna Summer y ahora Robin Gibb.
Descansa en paz Gibb...
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