miércoles, 25 de abril de 2018

Arcade Fire, una fiesta que no tiene fin [crónica Madrid]

Víctor Sánchez - 24 de abril de 2018 
- Hora: 21.00 -Lugar: WiZink Center (Madrid) -Promotor: Live Nation
-Público: Casi lleno


Los canadienses Arcade Fire llegaban a Madrid con casi todo el pescao vendido /en lo referente a entradas/ para presentar 'Everything Now Tour', su mayor creación logística y una de las más impactantes a nivel mundial.

El cuadrilátero de los canadienses dispuesto en el centro de la pista del WiZink Center, con estética de ring de boxeo, esperaba ser llenado de luces y música con la llegada de Win Butler y compañía, que aparecieron sobre el foso pasadas las 21.00 horas del martes como auténticos púgiles.

La masa esperaba ferviente el primer guitarrazo de los creadores de 'Everything Now', que calentaron el ambiente con una espectacular intro compuesta por un mixtape de 'A Fifth of Beethoven' de Walter Murphy y la versión instrumental de uno de sus temas más radiados, 'Everything Now', que, seguidamente, llegó en su versión oficial con los 9 miembros de la formación entregados desde el principio.

A pesar de llevar un puñado de fechas a sus espaldas, los de Montreal se esforzaron de principio a fin como si fuera su primer concierto. Un festín musical que atrajo la atención de las miles de personas que llenaban el coloso de Goya durante las casi dos horas de set. 'Video Rebellion /Lies/' y 'Here Comes the Night Time' siguieron en el setlist, que vivió uno de los momentos más álgidos de la noche por culpa de los beats de 'No Cars Go'.

'Electric Blue', 'Put Your Money on Me' o 'Neon Bible' no hacían más que alimentar la felicidad en los rostros de los presentes, que sintieron plena sintonía con los hermanos Butler, Régine Chassagne y los demás integrantes de la banda laureada con más de una veintena de premios musicales. 

De su disco 'Neon Bible' también interpretaron 'My Body Is a Cage', 'Keep the Car Running' y '(Antichrist Television Blues)', saciando a los más nostálgicos con el disco que abrió un nuevo horizonte allá por 2007.


Cuando parecía que la noche no podía sorprender más, el ring se convirtió en un cine clásico con la llegada de 'The Suburbs', que sirvió de antesala para el hit padre: 'Ready to Start'. Régine Chassagne cambió su outfit para danzar sobre el escenario al son de 'Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)'. 

Por primera vez, sonaba sobre suelo madrileño 'Reflektor', tema principal del álbum editado en 2013 y que aún no había sido presentado en la capital. Porque han sido 8 los años que Arcade Fire ha tardado en volver a Madrid. Si el próximo concierto vuelve a ser del nivel que el de anoche, no nos quejaremos si tarden unos años en volver.

Para cerrar, y antes de encarar el bis, 'Afterlife', 'Creature Comfort' y 'Neighborhood #3 (Power Out)'. No abandonaron ni siquiera el recinto central para afrontar el final de los finales, con la compañía de sus teloneros The Preservation Hall Jazz Band. Casi una veintena de músicos sobre el ring del WiZink para interpretar 'We Don't Deserve Love', una coreada nueva versión de 'Everything Now' y la joya: 'Wake Up'.

Al marcharse, recorrieron el mismo camino que en su aparición, pero sin parar de interpretar 'Wake Up'. Una charanga que no quiso terminar en el pasillo y continuó durante unos minutos, muy disfrutados, en la puerta de los camerinos.

Como toda buena fiesta que se precie, uno no sabe /o quiere/ ponerle punto y final. Los espectadores de la capital no paraban de corear y hacer alarde de lo bien que lo habían pasado cuando, sorpresa para todos, la charanga apareció en medio de los pasillos /con Win Butler a la cabeza/ para seguir la fiesta al más puro estilo New Orleans. La calle Fuente del Berro se convirtió en escenario de uno de los mejores conciertos callejeros que la ciudad ha vivido nunca. 

Gracias Butler, gracias Arcade Fire, gracias Madrid. Lo de la noche del martes fue una fiesta que no tendrá fin.

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