The Dandy Warhols se centra en ser The Dandy Warhols - crónica Madrid

Víctor Sánchez - 10 de febrero de 2017 

- Hora: 20.00 -Lugar: Joy Eslava (Madrid) -Promotor: Live Nation/Mercury Wheels

-Público: Lleno

The Dandy Warhols es de esas bandas que se critican y ensalzan a partes iguales. Los medios especializados suelen poner nota negativa a sus discos, haciendo hincapié en su falta de voluntad por innovar o por no sorprender con quién sabe qué sonido nuevo, pero quizá lo que a ellos y a sus detractores se les olvida es que The Dandy Warhols, probablemente, no haya querido ser otra cosa que The Dandy Warhols. 

Un terreno oscuro, denso y en muchas ocasiones no entendido por quienes buscan una réplica de 'Bohemian Like You', pero que sí es aupado por sus seguidores más acérrimos, los que van más allá de sus temas más reproducidos, los que siguen a los de Portland desde hace 23 años.

Y de esos hubo un buen puñado en la noche del viernes en Madrid, donde los creadores de 'Distortland' presentaban su discografía en una Joy Eslava que disfrutó del ruido de la banda durante casi dos horas y con el sold out logrado.

Pese a la limitación de los dBs y la sobriedad de sus juegos de luces, The Dandy Warhols se mostró tal y como es ante un público algo distante que, con el advenimiento de los temas, fue cogiendo la forma idónea para degustar los temas propuestos por el cuarteto norteamericano.

Madrid era la primera de las paradas de su gira europea, donde la banda apenas se dejó fuera del setlist un par de los temas más queridos. Pese a los problemas iniciales con el teclado de Zia McCabe y la voz perdida del líder, la banda supo re-dirigir el set y gustar a un público expectante y sosegado.

Porque el baile, al principio, brilló por su ausencia. Pero admitámoslo, The Dandy Warhols, bailar, bailar, no es que sea mucho de bailar. Al grupo, limitado por los dBs de la sala, le costó llevar la atmósfera que pretendía a todos los allí presentes. Luces de juegos sencillos, una banda poco comunicativa y Courtney Taylor-Taylor alejado del foso no ponían las cosas fáciles a quienes buscaban el fiestón de la semana.

Con los temas más radiados llegaba ese ansia festivalera de algunos de los presentes, que optaron por dejarse hacer por las melodías tántricas de las guitarras y el teclado Korg. 'We Used to Be Friends', 'Bohemian Like You' o 'Godless' hicieron que la noche mereciese la pena.

Lo que no se puede echar en cara es que estos tíos estuvieron casi dos horas sobre el escenario haciendo música y eso, queridos, es loable en una corriente imperante de sets cortos y esquivos.

Telegram fueron sus teloneros, ofreciendo un set de apenas 35 minutos y en el que el bajo sonido desmereció, un poquito, su gran propuesta noise rock.