domingo, 10 de julio de 2022

Florence + The Machine, espectacular-espectacular [crónica del sábado en Mad Cool Festival 2022 donde Kings Of Leon y Royal Blood también dieron la batalla]

Víctor Sánchez - 9 julio de 2022
- Hora: 17.00 -Lugar: Mad Cool Festival (Madrid) -Promotor: Mad Cool.
Público: sold out

La temida segunda ola de calor de este verano no ha querido perderse el Mad Cool Festival 2022. Y el día que ha elegido la solana para pasarse por Valdebebas ha sido el sábado, jornada comandada por la británica Florence Welch al frente de Florence + The Machine y los norteamericanos Kings Of Leon. Los hermanos Followill volvían al Mad Cool Festival para resarcirse de su experiencia en 2017, año en el que los creadores de 'Sex On Fire' pasaron sin aparente pena ni gloria por la Caja Mágica antes de que el festival cambiase su ubicación al espacio actual (que, por cierto, volverá a mudarse el próximo año al sur de la capital). 


FLORENCE + THE MACHINE, LA DAMA DEL MAD COOL

vía Andrés Iglesias / Mad Cool Festival

Si el rey de esta edición es Brandon Flowers, la corona de reina recae de forma justa sobre el cabello rojizo de Florence Welch, la dama de la noche, la reina roja, el alma y el todo de Florence + The Machine. Sorprende ver cómo Florence, con cada nueva gira, se muestra aún más hechizada, vaporosa (le pone intención con sus ropajes, verborrea y poses) y capaz de mantener en vilo a miles de personas que probablemente no conocen ni un 20% de su discografía.

Lo suyo es el espectáculo, el correr de allí para allá, el mostrarse capaz de amar a cada uno de sus fans, de sentirlos y conectar con ellos. En la presentación de 'Dance Fever' le acompañaban sus músicos habituales (como el guitarrista Robert Ackroyd) y algunos más nuevos como Sam Doyle, batería de los extintos The Maccabees. 'Heaven Is Here' nos introducía de lleno en el imaginario de Flo, que continuaba su recién estrenado concierto con otra muestra más de su último LP: 'King'. Con 'What Kind of Man' y 'Kiss With a Fist' (este fue su primer single editado allá por 2008) nos mostró la Florence más jovial y alegre, cuando se la conocía simplemente por su nombre y no por las adjetivaciones que hacen alusión a sus estridencias sobre las tablas. 

Le llegaba el turno a otro de los singles extraídos de su último larga duración, 'Free', con el que Florence se mostraba así, libre. La gente estaba animada, mucho, por lo que, con el sonido de los primeros acordes de 'Dog Days Are Over', el estallido frente al principal escenario fue único. Todo el mundo celebrando (y sudando) las carreras de Florence mientras cantaba ese mántrico "Can you hear the horses? 'Cause here they come" acompañado de su vibrato tan peculiar.

Welch demostró que todos sus temas tienen ese algo especial que los hace memorables: 'Dream Girl Evil',  'Cosmic Love' o 'My Love'. Las revoluciones bajaban ('Big God') y subían ('Spectrum') a antojo de la dama de la noche, que decidió cerrar un final épico (con respeto al posterior bis) protagonizado por 'Never Let Me Go' y 'Hunger'. La banda se tomó sus minutos para volver al escenario y rematar el concierto con sobresaliente gracias a 'Shake It Out' y 'Rabbit Heart (Raise It Up)'.


LOS FOLLOWILL SIGUEN AHÍ A PESAR DE TODO

vía Andrés Iglesias / Mad Cool Festival

De Kings Of Leon se dice que son un "pluf" en directo, que no tienen garra frente al público y que lo suyo no son los festivales. Y aquí vamos a romper una lanza a su favor, por deferencia, por experiencia, porque no se puede ser injustos con una banda que alcanza los dos mil millones de reproducciones en solo 7 de sus canciones en Spotify y porque estos tíos llevan al pie del cañón desde 2003 aguantando la inquina de medios "referentes" y la queja de gente que asegura que sus conciertos son aburridos. Lo son, claro, si solo conoces 'Sex On Fire' y vas a verles por hacerte el cool en redes sociales. 

El bagaje de los hermanos (y primo) Followill es para enmarcar. Y sí, sus conciertos tienen momentos bajos, lentos, pero porque sus canciones lo son. Su modus operandi es ese, interpretar sus temas más lentos y sus canciones más agitadas sin perder el tiempo en arengar, animar o charlar con el público más de lo necesario, y así ocurrió.

Les tocó el segundo escenario, para muchos una decisión injusta, pero cosa de los horarios. Los cuatro de Nashville arrancaron set mostrando 'When You See Yourself, Are You Far Away', el tema que da nombre a su octavo y último disco. Con 'Taper Jean Girl' el ambiente se animó en el foso, que continuó celebrando el rock&roll de KOL con 'The Bandit' o 'King of the Rodeo'. 

Un set extenso, donde recorrieron desde el principio sus ocho discos a través de cortes como 'Manhattan', 'Waste a Moment', 'Radioactive', 'On Call', 'Use Somebody' o 'Pyro'.  Además, tuvieron el acierto de traer hasta Madrid temas como 'Crawl' o 'Molly's Chambers', un caramelito para sus seguidores más veteranos. Para el cierre,  ya con Caleb quejándose de su voz, llegó 'Fans', que perdió un poco su pegada en los graves, 'The Bucket' y ahora sí, 'Sex On Fire'. De haberlo sabido, muchos se podrían haber ahorrado molestar con sus conversaciones a voz en grito a los que querían disfrutar del directo de Kings Of Leon y acercarse solo al final del set para captar el momento 'Sex On Fire' en sus smartphones.


ROYAL BLOOD, VIRTUOSISMO COMO FINAL DE FIESTA

vía Andrés Iglesias / Mad Cool Festival

El dúo Royal Blood, oriundo de Brighton, se encargó de cerrar el espacio central del Mad Cool a eso de las 01.50 horas de la madrugada. Y lo hizo con un concierto cargado de virtuosismo y temarracos. Porque lo suyo es sonar fuerte, con garra. 'Typhoons' es el último LP editado por los británicos y la excusa para demostrar que aún les queda mucho, muchísimo por aportar a la biblioteca musical del rock & roll. 

El de la madrugada del domingo en Madrid fue un concierto compuesto por 12 cortes extraídos de sus tres discos y mucho momento prestado al lucimiento del batería, Ben Thatcher. Con cada canción, el frontman y bajista Mike Kerr iba cambiando su modelo de bajo (cada uno preparado para el sonido de cada canción, incluso los había que fusionaban cuerdas de bajo con las de guitarra) para afrontar con soltura y virtuosidad cortes como 'Boilermaker', 'Lights Out', 'Come on Over' o 'Trouble's Coming'.

A mitad de set, llegó el turno de disfrutar de dos de los temas más pepinazo de los ingleses: 'Hook, Line & Sinker' y 'Little Monster', continuando con 'How Did We Get So Dark?', 'Million and One' y 'Loose Change'. Para el final, el estallido rock y la fuerza de 'Figure It Out' y 'Out of the Black' funcionaron como una especie de toxina que nos dejó con ganas de más y más Royal Blood por Madrid. 


EL SÁBADO NO FUE EL MEJOR DE LOS DÍAS PARA LEON BRIDGES

Fuese la hora, el calor o que sencillamente esta vez no le tocaba, el concierto del texano Leon Bridges no fue tan álgido como se esperaba. Y eso que las ganas prometían. La crew musical de Bridges no quiso esperar a que terminase Guitarricadelafuente (que les estaba pisando la hora) y decidieron salir al segundo escenario, solapándose el sonido durante unos minutos, para presentar a su maestro de ceremonias con un tema instrumental que nos enseñaba a los allí presentes de qué pasta creativa (y sobresaliente) están hechos. 

Aunque Leon es un intérprete como un castillo y sepa rodearse de músicos brillantes, ayer no las tuvo todas consigo. Al improvisar muchas de las melodías vocales de sus temas y mostrar esa característica "en vivo" que tienen los directos (y eso que solo se salía mínimamente de la ortodoxia vocal) cayó en una falta de empuje o de qué sé yo, pero aquello no sonaba ni transmitía como nos tiene acostumbrados el artífice de 'Coming Home'. Quizá sea un tema del lugar donde se da (el que escribe solo lo ha podido disfrutar con anterioridad en sala), pero ayer por la tarde, a pesar de no dejarse en el bolsillo ninguno de sus temas más aplaudidos y del espectacular sol cayendo sobre las espaldas del escenario, Leon no las tuvo todas consigo.


THE SHERLOCKS Y MURA MASA, PEQUEÑOS BOCADOS QUE SUPIERON A GLORIA

Entre tanto gran nombre, un generoso grupo de asistentes quisimos dar la oportunidad a bandas de menor alcance que coincidían en horario con alguno de los grandes, como fue el caso de The Sherlocks con Pixies. A los de Sheffield les tocó el Vibra Mahou, una carpa que nos introduce en la oscuridad de la noche aunque fuera siga brillando el sol y caliente aquello como si fuese una caldereta. 

Y allá que fuimos, a cocernos y a disfrutar con la propuesta de guitarra y coros de estos cuatro ingleses. The Sherlocks tienen en su haber 3 discos, de los que fueron desgranando un puñado de canciones para llevarnos al buen rollero mundo creado por bandas predecesoras como Courteeners o The Rifles. 

Y el tiempo libre que había hasta que llegase el turno de Kings Of Leon, nos permitió acercarnos a la carpa más grande, el Loop stage, donde pudimos disfrutar de la propuesta de Mura Masa, uno de los referentes de UK en música bailable, que en el arranque de su concierto y hasta donde pudimos ver, lo hizo con gusto y acierto.

A falta de la jornada extra de este domingo con Jack White, Nathy Peluso y Two Door Cinema Club cerrando la que parece ya la última baza del festival en Ifema-Valdebebas, concluye el grueso de la edición que ha celebrado de forma sobresaliente el quinto aniversario del Mad Cool Festival.

1 comentario:

  1. Sí, pero Mad Cool lo hizo fatal, no sólo teniendo horas de conciertos que a muchos no nos interesaban y luego teniendo que elegir por ejemplo entre Editors y Florence, sino porque tocaba ir corriendo de un escenario a otro para poder verlos desde el principio y como pudieras... Un desastre, no creo que repita con Mad Cool

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