Víctor Sánchez - 28 de junio de 2018
- Hora: 21.30 -Lugar: WiZink Center (Madrid) -Promotor: The Project - Get In
-Público: Medio lleno
Ringo Starr tiene 78 años de los cuales 56 lleva en la cúspide de la ola. Una cifra más que suficiente para justificar que este señor de cuerpo escurridizo y perennes gafas de sol puede hacer lo que le de la gana en su show. Y eso es lo que anda haciendo en esta gira que ha recalado con éxito moderado en la capital madrileña.
Un WiZink Center ocupado a medio aforo, acogía al que fuera batería de The Beatles en la noche del jueves con alegría y esperanzas de disfrutar una velada de ensoñación beatleniana, que terminó siendo un karaoke premium con diversos integrantes de bandas míticas /véase Toto o 10CC/ interpretando más temas de otras bandas que del propio Ringo /ojo, que esto no era sorpresa/
Pasadas las 21.30 horas y con el público inquieto por desocupar sus butacas, apareció la All Starr Band para presentar a la leyenda viviente: Ringo Starr. Arrancaron con mucha energía 'Matchbox', a pesar de los achaques que podríamos asociar a una generación de artistas que, paradójicamente, es incombustible.
'It Don't Come Easy' llenaba de emoción los rincones del ex Palacio de los Deportes, dando paso a Ringo sobre el instrumento que le ha aupado a lo más alto: la batería. 'Dreadlock Holiday' de 10cc, 'Evil Ways' y la coreada Rosanna de Toto fueron seguidas /que no comandadas/ por Starr a la batería. El artista inglés acompasaba los temas con secuencias rítmicas sencillas, dejando las florituras a su batería Gregg Bissonette.
La banda continuaba con 'Down Under' y 'Boys' de The Shirelles, ahora sí interpretada por Ringo a la batería y voz. Con el ambiente calentado con creces, llegó el epicentro del concierto con dos de las canciones más esperadas, las de The Beatles 'Don't Pass My By' y 'Yellow Submarine'. Con el subidón, hubo a quién le costó darse cuenta que en las siguientes canciones Ringo no estaba en el escenario. Su vuelta llegó tras disfrutar del virtuosismo de la banda interpretando 'Black Magic Woman/Gypsy Queen' de Santana.
Ringo animó a las jovencitas y a las también jóvenes de corazón /estas mayoría/ a bailar 'You're Sixteen' junto a él. Después, el himno 'Anthem', 'Overkill' y el guiño hispano de la noche: 'Oye como va'. 'I Wanna Be Your Man' mostró la entrega a la paz y el amor de Ringo desde su batería e inseparable de su particular signo de la paz con los dedos bien arriba. Con 'Hold The Line', de Toto, llegaba la última de Ringo a la batería.
Un repaso sobresaliente de todas las bandas congregadas sobre el escenario, pero que no respondía con el mismo vigor que cuando se interpretaba material del propio Ringo o era este el que llevaba la voz cantante. Y aquí llegó: 'Photograph', el rock 'n' roll 'Act Naturally' de Buck Owens y el final más emocionante: 'With a Little Help From My Friends' y el estribillo de Give Peace a Chance' de Plastic Ono Band.
Un concierto para seguir celebrando lo que fueron, son y serán The Beatles, a pesar de ser Ringo Starr la figura menos carismática de los cuatro.
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