Víctor Sánchez - 21 de septiembre de 2017
- Hora: 22.45 -Lugar: Café Berlín (Madrid) -Promotor: SON EG
-Público: Casi lleno
Molly Burch, una de las nuevas promesas del romantic pop americano y 'perla preciosa' de Captured Tracks, se estrenaba en Madrid dentro del ciclo SON EG American Autumn, que ha movido a la artista tejana y a su banda por toda la geografía española para presentar 'Please Be Mine', su álbum debut.
Un disco donde el amor sufriente es co-protagonista junto al buen hacer de esta joven artista, que ha sabido escoger la banda perfecta para lograr que sus temas suenen aún más grandes cuando son interpretados a viva voz.
Un íntimo Café Berlín aguardaba, sentado, el inicio del set de Burch, exento de figuras lumínicas y humos varios porque, sencillamente, no lo necesitaba. Ese punto crudo, directo, se alternaba con el calor del amor de Molly a través de su melodía, su vibrato y la sensatez compositiva de ella y sus chicos.
Una presentación completa de un primer álbum que en directo nos supo un poquito más a un aroma desprendido de lo añejo, a la exaltación de la belleza country y al devenir de unos acontecimientos emocionales que, aunque duelan, sientes necesarios.
Porque así supo la música y voz de Molly Burch. Inspiradora, sufrida y penetrante, con una actuación chapó de una banda para quitarse el sombrero. Brillaron y no por los focos. El guitarrista Dailey Toliver y el batería Ignacio Guerrero /por cierto, jerezano/ se mostraron meticulosos en sus movimientos jazz, en la variedad de intensidad en cada golpe sobre el instrumento y en atender solo a una cosa: hacer sonar su música lo mejor posible.
Sin alardes, sin muestras de ego ni ayudas tecnológicas. Una banda romántica y analógica. Un estilo casi-vintage en tiempos actuales que demostraba porqué 'Please Forgive Me', 'Wrong For You', 'Downhearted' o 'Try', son la mejor opción para intensificar las emociones en cosas del amor... y desamor.
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