Víctor Sánchez - 30 de julio de 2018
- Hora: 21.30 -Lugar: Teatro Real (Madrid) -Promotor: Universal Music Festival
-Público: Lleno
¿Cómo se imagina con 70 años? Deseamos que gozando de plena salud, aunque aparecerá algún achaque, los huesos ya estarñan trabajaditos y alguna indeseada curva de más se intuirá bajo la ropa. Con eso firma, ¿verdad? Pues si hubiera visto a Steven Tyler en la noche del lunes actuando en Madrid junto a Loving Mary band, verse como se imagina con 70 años le hará entrar en una ira profunda.
El neoyorquino Steven Victor Tallarico, tras cerrar para siempre la etapa Aerosmith, no ha querido dejar consumirse y sigue incombustible e imparable haciendo lo de siempre: puro espectáculo rock & roll.
Entrados en una nueva cita del veraniego Universal Music Festival -la penúltima-, el Teatro Real acogía el concierto con mayor decibelios de todo el ciclo, con un Steven Tyler entregado al show business. Tras una apertura V.I.P. protagonizada por las country girls The Sisterhood band /el tándem formado por la hija de Rod Stewart, Ruby, y Alyssa Bonagura/ en la que demostraron la belleza de un buen empaste vocal al más puro estilo Nashville, Steven Tyler y sus músicos aparecían en un Teatro Real casi lleno para afrontar una velada llena de reminiscencias a la meteórica carrera del artista americano.
Rompió el ambiente con 'Sweet Emotion' y 'Cryin'', pasando a rendir pleitesía a The Beatles, de quienes escogió temas como 'Oh! Darling' o 'Come Together' y otras formaciones clásicas como Fleetwood Mac o Erma Franklin.
Tyler estaba espídico, emocionado y aseguró estar en casa, levantando a los asistentes de sus butacas y obligándoles a acercarse al escenario. A pesar del formato, más íntimo que los estadios que acostumbraba a llenar con su banda de Boston, el cantante no dejó de lado sus peores/mejores formas de frontman, llenando de saliva las tablas del Real, retando a la edad con sus posturas imposibles y con una actitud divertidamente desafiante ante el público.
El líder y leyenda buscaba como un chiquillo la broma con sus compañeros, arengaba a la gente, saludaba efusivamente, reprendía a los enganchados al móvil y cuestionaba a la gente que se quedaba sentada. Una comunicación con el público muy agradecida que le iba dando aire para aguantar la hora y media de set.
Para la mitad y final, Tyler lanzó, tal y como viene haciendo en su gira europea, las canciones más reconocibles de Aerosmith: 'Jaded', 'Livin' on the Edge', 'Janie's Got a Gun' y 'Home Tonight/Dream On' con él al piano /y a veces algo atropellado/
Antes de marcharse, ejecutaron una versión de 'Train Kept A-Rollin'', dejando el ambiente lo suficientemente caldeado para pedir dos más. 'Walk This Way', con la que nos despedíamos de Aerosmith y 'Whole Lotta Love', la mítica canción de Led Zeppelin de la que apenas interpretó una estrofa y estribillo.
Marchó amando -"os amos, Madrid"- y sintiéndose querido en una noche que, a juzgar por la lógica, quién sabe si volverá a acontecer. Por si acaso, las 1.700 personas que ayer vivieron este show, se despidieron haciendo un ejercicio de memoria para guardar en la mente todo lo que nos ha dado la leyenda, gracias Steven Tyler.
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